Lola es un yegua torda, aunque ya es de color blanco completamente. La gente dice que es más arisca que otros caballos, pero no es verdad, lo que pasa es que sólo se deja acariciar por las personas que conoce bien y que la cuidan. Solo la monto yo porque no es una yegua que la pueda montar cualquier persona porque tiene su carácter y la gusta que la traten bien y cuando nota que el jinete que lleva encima no sabe montar se pone nerviosa y se comporta mal.
Es una yegua muy lista porque sabe cuando la gente está triste o contenta, además de por intuición que tienen todos los caballos. Cuando me siento sola me voy a verla y la cuento mis problemas y aunque la gente piense que es mentira o no se lo crea, ella me entiende y me da con la cabeza para que la acaricie. Creo que nuestra relación es muy buena ya que nosotros la hemos cuidado como se debe.
Todos los días cuando oye el ruido del motor del coche de mis padres empieza a relinchar y yo desde mi casa la llamo y ella me relincha otra vez para que vaya a verla. Cuando voy a verla siempre tengo que darla alguna manzana, zanahorias, pan o azucarillos porque sino, no para de darte con la cabeza hasta que se lo das.
Cuando salimos a montar con más gente del pueblo ella siempre tiene que ir la primera porque la gusta mandar y dirigir a los demás. Cuando pasamos entre árboles ella se agacha y los esquiva mientras que los demás caballos pasan cerca y se arañan.
Aunque es una yegua normal y corriente que no es pura raza ni compite, ni viene de yeguadas, yo la quiero como es y no me importa que no sea el cabalo más bonito del mundo. Cuando sea mayor y Lola sea vieja ya tendré tiempo y dinero de comprarme otro caballo.
Felicidades Paula, todo lo que dices es muy bonito continua así.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario
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