Porte.
La altura de los caballos, como en los demás cuadrúpedos, se mide hasta la cruz, es decir el punto donde se une el cuello con la espalda en el caballo. Se elige como referencia este punto por ser una altura estable que no puede subir o bajar como la cabeza o el cuello.
El tamaño de los caballos varía considerablemente entre las distintas razas, y también está influido por la nutrición. Según su porte las razas de caballo suelen dividirse en tres grupos:
- pesados o de tiro;
- ligeros o de silla;
- ponis y razas miniatura.
La altura de los caballos de silla o ligeros suele oscilar entre 142 y 163 cm y su peso oscila entre 380 y 550 kilogramos. Los caballos de silla más grandes tienen una altura a partir de 157 cm y llegan hasta 173 cm, pesando alrededor de 500 a 600 kg. Las razas de tiro o pesadas miden generalmente de 163 a 183 cm y pueden pesar entre 700 y 1000 kg.
El ejemplar de caballo más grande registrado en la historia se llamaba Mammoth, probablemente era un shire, que nació en 1848. Medía 220 cm y se estima que llegó a pesar 1500 kg. El caballo que actualmente ostenta la marca de menor altura se llama Thumbelina, es una yegua miniatura adulta afectada de enanismo. Mide 43 cm de alto y pesa 27 kg.
Ponis.
Se denominan ponis a muchas razas de caballo de pequeño porte, aunque el baremo varía ligeramente según los lugares. El límite que establecen generalmente los países que usan el sistema anglosajón de unidades para considerar a un caballo como un poni es que no supere 147 cm de altura en la edad adulta; aunque en

La diferencia entre ponis y caballos no es simplemente de altura, sino también de fenotipo, conformación o apariencia, además de temperamento. A menudo los ponis presentan pelaje más denso en crines, colas y cubierta en general. Además tienen patas proporcionalmente más cortas, con cuerpos más robustos, huesos más pesados, cuellos más cortos y cabezas cortas con amplias frentes. Suelen tener temperamentos calmados. De hecho, la talla por sí misma no es un factor determinante para la definición de un caballo como poni: mientras que el poni de Shetland tiene una media que sobrepasa los 102 cm, los Falabella y otros caballos miniatura, que no sobrepasan los 86.4 cm (la talla de un perro grande) no son considerados ponis en sus respectivos estándares genealógicos.
Estructura ósea.

Además un caballo no tiene músculos en sus patas por debajo de las rodillas y corvejones, sólo tiene piel, tendones, ligamentos, cartílago y huesos, y un tejido córneo especializado para absorber impactos que forma los cascos. Todas estas diferencias son adaptaciones de sus extremidades a la carrera, como la reducción del número de dedos de las extremidades a uno solo rodeado de un material córneo llamado casco.
Los huesos de la cabeza del caballo son largos y los de la cara tienen el doble de longitud que los del cráneo. La mandíbula también es larga y posee una superficie ancha y aplanada en la parte inferior de la zona posterior.
Cascos.
Los cascos son fundamentales para la estructura de las patas de los caballos. Los cascos de los caballos en las falanges distales, el equivalente a las puntas de los dedos en los humanos, en el interior están recubiertas de cartílago y otros tejidos blandos especializados ricos en sangre como el tejido laminar. El exterior de los cascos está formado por un tejido córneo similar al de las uñas de los humanos.
El resultado final es que un caballo que pesa una media de 500 kg es capaz de desplazarse sobre los mismos huesos que cuando un humano va de puntillas. La razón por la que a los caballos se les ponen herraduras es que en cautividad desgastan más rápidamente los cascos, por la dureza del pavimento y por el sobrepeso que llevan, que en libertad desplazándose por la tierra.

Los cascos crecen continuamente y en estado natural se desgastan solos, pero necesitan ser recortados cada cinco o seis semanas en los caballos herrados.
Dientes.

Los dientes de los caballos continúan creciendo durante la mayoría de su vida para que puedan pastar correctamente. Los incisivos presentan distintos patrones de crecimiento y desgaste según las edades de los caballos, además del ángulo que presentan las superficies de mordedura, por lo que pueden ser utilizados para medir de forma aproximada la edad del caballo, aunque la dieta y los cuidados a los que son sometidos varían notablemente en las tasas de desgaste.
Aparato digestivo.
Aparato digestivo.
Los caballos son herbívoros con un aparato digestivo adaptado a consumir una dieta de hierba y otros materiales vegetales durante la mayor parte del día. En comparación con los humanos tienen un estómago relativamente menor pero unos intestinos mucho más largos que permiten un flujo continuo de nutrientes. Un caballo de 450 kg come entre 7 y 11 kg de comida diariamente, y en condiciones normales bebe de 38 a 45 litros de agua.
Los caballos no son rumiantes, por lo que sólo tienen una cavidad en su estómago, a diferencia de las vacas o las ovejas que tienen cuatro cavidades. Pueden digerir la celulosa de la hierba gracias a que poseen un ciego muy desarrollado, por el que la comida pasa antes de llegar al intestino grueso. A diferencia de los humanos los caballos no pueden vomitar, por eso los problemas digestivos pueden provocarlos cólicos que les pueden ocasionar la muerte.
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